El diseño automotriz combina creatividad e ingeniería. Pero a veces, las marcas lanzan modelos con fallas desconcertantes a pesar de las pruebas y el control de calidad. Aquí hay una lista seleccionada de 7 fallos legendarios en el diseño automotriz, cada uno basado en un juicio pobre, retroalimentación ignorada o compensaciones mal consideradas.
Techo solar inaccesible del Nissan Xterra
El Nissan Xterra de primera generación ofrecía un techo solar que, aunque técnicamente presente, era casi inutilizable en la práctica. Posicionado muy atrás sobre la segunda fila y obstruido por la baca safari montada en el techo, servía más como una idea curiosa que como una característica funcional. Los propietarios reflexionan que, aunque existía según las especificaciones, en realidad ofrecía un valor insignificante, y Nissan finalmente lo descontinuó en generaciones posteriores.
Portón trasero peligroso del Hyundai Veloster
A pesar del encanto deportivo y la inusual configuración de tres puertas del Veloster, los propietarios descubrieron un defecto preocupante: el agua de lluvia se acumulaba sobre las luces de freno y, al abrir el portón trasero, se vertía directamente en el área de carga. En las visitas al concesionario, esto se reconoció abiertamente como un descuido de diseño más que como una falla reparable. La entrada de agua de lluvia en cada viaje bajo la lluvia se convirtió en un problema aceptado.
Desactivación de cilindros V8-6-4 de Cadillac
El motor V8‑6‑4 de Cadillac de 1981 se presentó como una innovación avanzada en economía de combustible, cambiando automáticamente entre ocho, seis o cuatro cilindros. Sin embargo, en la práctica, el sistema sufría de una manejabilidad pésima. La electrónica primitiva no podía reaccionar con rapidez, y la inyección de combustible en el cuerpo del acelerador no lograba una dosificación precisa. Los conductores experimentaban vacilación, detonaciones y cambios continuos entre modos. El sistema fue desactivado o eliminado por completo después de un año debido a la respuesta abrumadoramente negativa.
Proporciones Discordantes del Pontiac Aztek
Lanzado como un crossover innovador adaptado a los estilos de vida de la Generación X, el Pontiac Aztek se hizo infame por su diseño torpe. Su carrocería desproporcionada presentaba ruedas pequeñas sobre un chasis de monovolumen, faros divididos desajustados y un uso liberal de revestimientos que creaban una estética disgregada. Aunque funcionalmente innovador—incorporando accesorios modulares para acampar—el diseño comprometido generó críticas abrumadoras, atribuidas en gran parte al enfoque de diseño por comité de GM.
Inestabilidad Aerodinámica del Audi TT
La primera generación del Audi TT se ha convertido en un icono de diseño, pero las primeras versiones de producción sufrieron de una seria inestabilidad aerodinámica a velocidades de autopista. La línea de techo limpia y curva producía sustentación trasera, haciendo que el coche se sintiera inestable a alta velocidad. En lugar de replantear la forma, Audi añadió un pequeño alerón trasero y una suspensión más rígida, basándose en estudios CFD posteriores que confirmaron que el alerón reducía la sustentación trasera en aproximadamente un 65%.
Transmisión Ultradrive de Chrysler
El Ultradrive fue el salto de Chrysler hacia transmisiones automáticas controladas electrónicamente en 1989. Desafortunadamente, el sistema estaba mal documentado y era demasiado sensible. Muchos mecánicos usaron erróneamente fluidos estándar Dexron o Mercon en lugar del ATF+3/ATF+4 patentado de Chrysler, lo que llevó a fallos catastróficos. Además, la activación del modo de emergencia—incluso por fallos menores de sensores—bloqueaba el coche en segunda marcha y obligaba a reemplazos prematuros. Chrysler finalmente implementó recompras, renunció a los deducibles y revisó los modelos iniciales, pero el daño temprano fue significativo.
Arneses Biodegradables de Mercedes-Benz
A principios de la década de 1990, Mercedes experimentó con arneses de cableado biodegradables ecológicos para reducir el impacto ambiental. Desafortunadamente, los materiales de aislamiento se degradaban rápidamente bajo condiciones normales—calor, vibración y humedad—causando fallos como ventanas que se operaban solas y fallos eléctricos. La cascada resultante de fallos en los arneses llevó a retiradas y modificaciones generalizadas.